Estrés en la piel: 5 consejos para un verano (y un rostro) más saludable

Estrés en la piel: 5 consejos para un verano (y un rostro) más saludable

04.08.2023

Aprende a desconectar de verdad en tus vacaciones. Tu piel lo agradecerá (y no sabes cuánto)

Puede que ya te hayas acostumbrado a convivir con él. A mantenerlo a raya. Sin embargo, parece que el estrés tiene innumerables maneras de manifestarse.

Sus consecuencias a veces no se ven y otras, por el contrario, son más que evidentes. Quizás no lo sabías (o quizás sí), pero el estrés y la piel tienen una relación compleja y mutuamente influenciable”. Al menos, así lo afirma Marta Vilavella, dermatóloga y fundadora del centro estético Idermic Terrassa (Barcelona). Descubre hasta qué punto puede afectar a tu cuerpo y, lo mejor de todo, cómo remediarlo gracias a una experta en mindfulness.

   

Estrés y piel, una relación complicada

El estrés es una respuesta natural del organismo a cualquier preocupación o amenaza. Un mecanismo de defensa que se alza cuando siente que hay problemas. Ya sea debido al trabajo, a las obligaciones o a cualquier complicación personal por la que se esté pasando. Muchas de sus consecuencias ya las conoces: pérdida de pelo, dolor de estómago, taquicardias, falta de respiración… Sin embargo, también hay otras que afectan directamente a la piel. Y la pregunta es: ¿por qué?

Ante una de estas situaciones, es habitual que el cuerpo libere las conocidas como hormonas del estrés. Entre ellas está el cortisol, cuyo aumento puede obstruir la capacidad del cuerpo para absorber los nutrientes esenciales que aportan ese aspecto saludable a la piel. Además, según Marta Vilavella, “la piel y el cerebro se originan en la misma capa embrionaria —el ectodermo—”, lo que intensifica todavía más esa tormentosa relación de causa-consecuencia.


¿Cuáles son los síntomas de una piel estresada?

El incremento de cortisol puede “aumentar la producción de sebo, desencadenar brotes de acné y exacerbar otras afecciones cutáneas”, explica la dermatóloga Marta Vilavella. Desde la aparición de acné, rojeces o picores, hasta su deshidratación o pérdida de luminosidad. Sin embargo, cuando el estrés ya es algo algo crónico puede llegar a “acelerar el proceso de envejecimiento de la piel, lo que puede resultar en líneas finas y arrugas de forma prematura”, apunta la especialista en dermatología.

Tu piel también se merece un descanso

Si los sentimientos negativos, como la tensión o la angustia, pueden llegar a ser perjudiciales para la piel, ¿qué pasa cuándo te sientes tranquila y relajada? La felicidad irradia luz desde dentro y eso también se nota fuera. Sino, ¿por qué cuando estás contenta o feliz se dice que “estás más guapa”?

El descanso tiene el poder de reducir los niveles de estrés y, por lo tanto, “la producción de cortisol, lo que puede ayudar a controlar problemas como el acné”, añade Vilavella. Además, disfrutar de un sueño reparador permite que “las células de la piel se regeneren y reparen, lo que puede mejorar la textura y la luminosidad de la piel”, señala. Este verano es hora de parar, tu piel te lo agradecerá (y no sabes cuánto).

Aprende a desconectar (o a reconectar) este verano

Para Silvia Valero, fundadora de Caressée, un espacio cuya filosofía se centra principalmente en el autocuidado, desconectar significa “poner en pausa el modo ‘hacer’ y pasar al modo ‘ser’. Y, en este sentido, lo que necesitamos, más que ‘desconectar’ es precisamente reconectar con quienes somos realmente y con lo que estamos viviendo”. O, en otras palabras, conectar con el presente.

Y aunque el cuerpo humano está preparado, en menor o mayor medida, para afrontar el estrés. Sin embargo, “no estamos diseñadas para estar sometidas a la prisa y a la alta carga de estrés constante que inundan nuestro día a día”, recuerda Valero. Por esa razón, es necesario darle tiempo para “recuperar el equilibrio antes de enfrentarse a la siguiente situación estresante. Cuando no lo hacemos, inevitablemente estamos impactando de forma directa en nuestro organismo”, concluye la defensora de la vida consciente.

 

Consejos para conseguir una piel sana

Lo primero de todo (y más importante) es no presionarse. El primer día de vacaciones todavía tendrás la mente en otro sitio, pero es normal. De hecho, seguramente necesitarás varios días para poder liberarte de esas preocupaciones y pensamientos negativos que no te están dejando disfrutar del momento presente.

En este sentido, “intenta ser paciente, darte tiempo, e incluso plantear algunos días de transición —tanto antes de salir de vacaciones, como antes de volver al trabajo—”, recomienda Silvia.

Dicho esto, aquí tienes 5 recomendaciones para pensar menos y conectar más durante tus vacaciones:

No te culpabilices: si no consigues desconectar rápidamente, intenta no culparte por ello. “Los pensamientos del tipo ‘no debería estar pensando esto’ o ‘tengo que desconectar y no pensar en el trabajo’… pueden hacer justo lo contrario a lo que buscas: seguir metiéndote en el bucle mental e impidiendo que te relajes”.

Párate a apreciar lo bueno: o como lo llama Silvia, a practicar el “savouring”. “Aprecia de forma consciente esos momentos maravillosos que sientas que estás viviendo. Dar un paso atrás y tomar una fotografía mental y ‘sensorial’ de la situación”.

Activa el modo avión: durante las vacaciones, es recomendable desconectar unos días del teléfono. Desinstala las aplicaciones o redes sociales que más estrés te aportan, elimina las notificaciones o, directamente, apaga el móvil.

Reconecta con la naturaleza: ya sea en la playa o en la montaña, aprovecha para parar y ser consciente de la belleza que te rodea. Prestar atención al movimiento y sonidos de la propia naturaleza. “Desde el movimiento de las nubes, a las hojas de los árboles, las olas, el sonido de los pájaros…”.

Simplifica y di adiós al FOMO: el último consejo de Silvia Valero es “póntelo fácil. Intentar que las vacaciones no se conviertan en una sobrecarga de planes que te hagan necesitar ‘unas vacaciones de las vacaciones’”.

¿Quién hubiera dicho que relajarse durante las vacaciones podría ser beneficioso para tu piel? Ya queda menos. 3, 2, 1…